Al conectarse con la fuente suprema, divina y constante
de amor, paz y verdad,
el ser eterno, el Amante, Dios;
se experimenta la verdadera identidad espiritual
el verdadero sentido propio de la vida.
La identidad espiritual es pura,
entonces los pensamientos, palabras y acciones
se vuelven coherentes,
revelando de esta forma la verdad interior,
creando el amanecer...
...el despertar.